lunes, 6 de febrero de 2012

Buñuel: El día de la Bestia

Buñuel demuestra el gran peso que le suponía la religión y por ello hace usos grotescos de distintos elementos religiosos. Cristo, sus ministros o los símbolos coque se relacionan con él, tales como la cruz, suelen asociarse en el cine de Buñuel a los efectos más perniciosos, patente en el instante en el cual la cruz cae sobre uno de los personajes causándole la muerte, cuando previamente se ha dicho que si permanecen unidos lo superarán. Esta caída de la cruz, o mejor dicho, el objeto en sí van a ser una de sus constantes en su filmografía como símbolo de la religión. Para Buñuel Cristo y Satán forman una pareja indisoluble, y fruto de ello es el film LÀ-BAS: "Se puede tener el orgullo de igualar mediante los crímenes las virtudes de un santo”, o según lo escrito por Huysman mediante su personaje el canónigo Docre “Invoca al diablo y alimenta a los ratones blancos con hostias que ha consagrado previamente”, y un claro ejemplo de ello, en el día de la Bestia, se da cuando el sacerdote prende un cigarrillo y con él se realiza una serie de quemaduras en la planta del pie ( en forma de cruz), para que al caminar pisar el símbolo cristiano y así ir en contra de Dios. Otra obra con la que Buñuel realiza una sutil metáfora de la visión que tiene del cristianismo es la de Crucifijo  navaja.
Así,  la obra El Cristo de Dalí, fue añadida en la películas que Buñuel realizó como muestra de la gran amistad que mantuvo con el pintor. Dicha obra fue incluida en films como  Así es la aurora: historia de una venganza, donde se puede observar al comisario Fasario y el cuadro de Dalí al fondo, contiguo a ello, para vengarse así de lo que Dalí declaró cuando lo entrevistaron en el Times. Esta es la forma  característica que tiene Buñuel para llamar delator a Dalí, por la denuncia que realizó en su contra al afirmar la atediad de Buñuel en su vida secreta, provocándole con ello la expulsión del  Moma.
Además de los crucifijos, Buñuel trata otros temas con los que va dejando su marca personal, tales como son las Campanas, que constituyeron uno de sus símbolos preferidos, junto a los campanarios  que son escuchados en algunas de sus películas, es el caso de "Él", "Tristana", "La vía láctea", "El día de la bestia". Otro de los temas reflejados, es la violencia expuesto en el libro "El diálogo entre un sacerdote y un moribundo", del Marqués de Sade. Entre sus películas abundan confesiones frustradas, "Don Quintín el amargao", "La muerte en este jardín", "El discreto encanto de la burguesía", una forma de violencia que también se incluye, es el terrorismo, que junto con la explosión demográfica y la cantidad de información le parecían siempre las amenazas del mundo. Además de los temas citados, Buñuel poseía un apasionante gusto por los disfraces, este gusto se ve en El día de la Bestia en el momento en el cual la criada informa de la llegada del sacerdote y por aceptarlo es regañada ya que la dueña le reprocha que su atuendo puede ser una farsa, una mentira; el icono de la Guardia Civil, es mostrado en la película como signo de la profesión del padre de Josemari.
La mano y el ojo amuleto son utilizados como recuerdo del carnuzo, son muestras de los objetos surrealistas por excedencia. Ente ellos destaca el  ojo cortado que supone un acceso a la visión interior y profunda al mundo de los instintos, y para Buñuel el cine es un instrumento de poesía y por ello cree que cine, sueño y poesía son tres elementos indisociables. El caso de La mano hormigueante, hace una breve referencia a impulsos sexuales que el protagonista siente.  Buñuel incluye además, en sus films muchas cajas que aparecen constantemente, con la peculiaridad de que nunca se muestra lo que estas contiene, esto es una forma de crear intriga o de dejar paso al trabajo imaginativo de los espectadores, que tienen que imaginarse lo que en ellas puede haber. Alex, en el día de la bestia hace una pequeña referencia Buñueliana al poner a Josemari mirando el interior de un jarrón sin desvelar el contenido del mismo. Otro ejemplo de la temática de las cajas se da con la aparición de una cajita de música representada en  "Ensayo de un crimen" y,  en “Belle de Jour” pretende que  el observador imagine el misterio que aguarda la caja.
Regresando a su juventud ,Buñuel recuerda su época como Boxeador, trata de mostrar su re nombre “El león de Calanda”, apodo adquirido por sus habilidades en dicho deporte, por ello los guantes de boxeo juegan un papel importante en el film ya que son los que contienen la amanita Muscaria, hongo alucinógeno que Josemari guarda en su interior y que además muestran su afición por la entomología. Si continuamos analizando El día de la bestia nos damos cuenta que el lugar donde actúa el grupo Satánica no es otro que el llamado “Infierno”, cuyo nombre no fue elegido al azar, sino que fue escogido como medio para hacer referencia a André Bretón, quien poseía su taller en el cuarto piso del Nº 42 de la calle Fontaine de París, encima del cabaret "El infierno".
Un afición que Buñuel poseía y que ya he citado anteriormente era la entomología, la cual venía apasionándolo desde niño, cuando aún residía en Calanda y prueba de ello fue “La monumental” de Fabra, libro en el realiza un análisis de personajes, comparándolos con insectos, como lo hace además, en la película “Los olvidados” donde Jaibo es tratado como un alacrán. De entre sus animalizaciones, destacan diversos insectos tales como hormigas, mariposas, polillas, alacranes, etc.
La aparición de la virgen es tratada por Buñuel al confesar que la vio en sueños y el redoble de los tambores de su ciudad natal es toda una vivencia atávica para el puesto que constituye para él una vuelta a sus origines  y a las tradiciones que lo han visto nacer.

1 comentario:

  1. Bien, es uno de los trabajos más completos, si bien tienes algunas imprecisiones ortográficas y algún error de cierto calado. De todas formas, quien trabaja se equivoca: 0'50 p.

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